Hay una idea cómoda —y muy funcional para quien manda—: pensar que existe un “equipo” (el Comité) al que le delegas la pelea, y tú te dedicas a lo tuyo hasta que llegue el resultado. Como si la negociación colectiva fuera una ventanilla: entregas tu problema, esperas, y alguien te devuelve una solución empaquetada. No… Seguir leyendo El Comité no puede luchar solo
