Acto I: El tablero de la negociación
Una sala de reuniones austera, con una gran mesa rodeada de sillas. La Dirección de la empresa se encuentra al frente, mientras los representantes de los trabajadores y los empleados esperan impacientes.
Dirección: Bienvenidos a esta tan esperada reunión de negociación del II Plan de Igualdad. Esperamos llegar a un acuerdo hoy mismo. Hoy nos aseguraremos de imponer nuestras medidas ridículas. Uy, ¿he dicho eso en alto?
Representante: ¡Vaya, qué sorpresa! ¿Ya tenían todo decidido antes de comenzar?
Dirección: (ignorando el comentario) Presentaremos nuestro borrador, que es perfecto, por supuesto. No aceptaremos ninguna propuesta que desvíe nuestra atención de los concursos públicos.
Permítanme presentarles nuestras propuestas revolucionarias:
- En lugar de un proceso de promoción basado en el mérito, la empresa implementaría una competencia de “silla musical”. Los empleados tendrían que luchar por una silla cuando suene la música, y el que se quede sin silla sería ascendido.
- En lugar de uniformes tradicionales, la empresa implementaría un código de vestimenta diario temático, como superhéroes los lunes, personajes de cuentos de hadas los martes, etc.
- Antes de comenzar la jornada laboral, todos los empleados se reunirían en un círculo y cantarían canciones de igualdad.
- Programa de “encuentra tu gemelo”: Se organizaría un evento en el que los empleados tendrían que buscar a su “gemelo laboral”, es decir, a alguien que se parezca físicamente a ellos y compartirían su puesto de trabajo por un día. ¡Sería una experiencia de duplicación laboral!
Acto II: El tira y afloja
Las discusiones se vuelven cada vez más tensas mientras la negociación avanza.
Representante: (frustrado) ¡Esto es una broma! ¿Dónde están los datos y análisis del diagnóstico de situación? Sin esa información, ¿cómo podemos evaluar las medidas propuestas?
Dirección: (despreocupada) Los datos son solo detalles insignificantes. Confíen en nosotros, sabemos lo que es mejor para ustedes.
Empleado: (levantando la mano) Perdón, señores, pero ¿qué pasa con la conciliación familiar? Necesitamos medidas más flexibles para equilibrar nuestra vida personal y laboral.
Dirección: (riendo) ¡Ja! ¡La conciliación es solo un mito! Pero, escuchen esto: ¡todos los viernes serán días de teletransportación! Así podrán estar en casa en un abrir y cerrar de ojos.
Empleado: (perplejo) ¿Teletransportación? Eso no es práctico ni posible.
Dirección: (encogiéndose de hombros) Bueno, al menos se divertirían intentándolo, ¿no?
Acto III: El clímax de la locura
La tensión alcanza su punto máximo, mientras los representantes y los empleados se niegan a ceder ante la imposición de la Dirección.
Representante: (exasperado) ¡Esto es inaceptable! No pueden cancelar las negociaciones solo porque no aceptamos su borrador al 100%. Están ignorando nuestros derechos.
Dirección: (con voz triunfante) Ah, pero podemos hacerlo. Somos los jefes, ¿recuerdan? Ustedes solo están aquí para escucharnos.
Empleado: (levantándose de la silla) Lo siento, pero esto es una locura. Si no nos toman en cuenta, no hay verdadera igualdad. No se trata solo de papeles, sino de respeto y justicia.
Escena final: La Dirección abandona la sala, dejando a los representantes y empleados atónitos y aliviados.
