INTERIOR OFICINA DE SIEMENS RA
En un gran despacho de cristal, GROUCHO (la Dirección de RRHH) y CHICO (representante del comité) están sentados frente a un enorme contrato que descansa sobre la mesa.
GROUCHO-RRHH: (sonriendo astutamente) Chico, creo que he encontrado una forma de hacer más eficiente nuestro sistema de fichaje.
CHICO-RLT: (mirando el contrato con sospecha) ¿Eficiente? ¿Cómo exactamente, Groucho?
GROUCHO-RRHH: (frotándose las manos) Sencillo. Mira a ver qué te parece cómo queda… Según la parte contratante de la primera parte, los trabajadores dejarán de fichar a la hora establecida pero seguirán en su sitio trabajando.
CHICO-RLT: (sacudiendo la cabeza, incrédulo) Eso suena a trabajar sin cobrar, Groucho. Contradice la Ley de Tiempo de Trabajo y se llama explotación laboral.
GROUCHO-RRHH: (arranca un pedazo del contrato y lo tira al aire).
GROUCHO-RRHH: (gritando) ¡Esta cláusula ya no vale!
Vuelve a enfocar a Chico con una nueva idea.
GROUCHO-RRHH: (gruñendo frustrado) Bueno, nuevo intento. Mira a ver qué te parece cómo queda… Según la parte contratante de la primera parte, quitamos el botón de “fichar de salida” y el sistema ficha automáticamente a la hora establecida aunque el trabajador siga trabajando.
CHICO-RLT: (riendo) ¿En serio, Groucho? ¡Eso sigue siendo ilegal! Los trabajadores tienen derecho a registrar su tiempo de trabajo real.
GROUCHO arranca otro pedazo del contrato.
GROUCHO-RRHH: (gritando) ¡Adiós a esta cláusula también!
GROUCHO-RRHH: (visiblemente molesto) Muy bien, Chico, última oferta. Establecemos un máximo de horas que el trabajador pueda acumular y el resto no dejan constancia.
CHICO-RLT: (sacudiendo la cabeza) Eso tampoco es legal, Groucho. Cada hora trabajada debe ser registrada y remunerada.
Finalmente, GROUCHO, harto, rompe el contrato en pedazos.
GROUCHO-RRHH: (gritando) ¡Ya está! Entonces, los trabajadores tendrán que meter a mano las horas de exceso que han hecho en el día mientras el jefe les mira mal desde su sitio. La autocensura y el miedo, ¡eso nunca falla!
CHICO-RLT: Eso, Groucho, podría ser considerado intimidación laboral, y ya sabes lo que dice la ley sobre eso… Estaremos vigilando.
FADE OUT.
Aunque le hemos puesto un poco de humor, no hemos rescatado a los grandes H.Marx sin razón y es que, quitando la dramatización, esto fue lo que ocurrió en las negociaciones que se dieron ante el enésimo intento de la Dirección de Siemens RA de intentar acabar con la acumulación de horas que conseguimos en su día.
